La construcción de conceptos: su instrumentación
didáctica
Para comprender más acertadamente el proceso de
construcción de conceptos, recordemos que entendemos los contenidos de
pensamiento, entre ellos los conceptos, no como meros contenidos decorativos,
sino como instrumentos.
Cuando pensamos, trabajamos con la ayuda de los
conceptos que logramos construir. Al aplicarlos a nuevos fenómenos, captamos
éstos y se van ordenando en nuestra mente.
Un ejemplo explicitado por Aebli, resulta sumamente
esclarecedor: “El visitante de una clínica psiquiátrica sólo ve personas
anormales, pero el que sabe lo que es una depresión, una esquizofrenia o una
neurosis, ve claramente las correlaciones y los cuadros clínicos y los cuadros
clínicos se van agrupando. Igualmente se ordena el mundo de las plantas y el
del tiempo meteorológico para aquellas personas que poseen los conceptos de la
botánica y la meteorología” (AEBLI, 1988, pp. 212 y 213)
Los conceptos son las unidades con las que pensamos
combinándolos, ordenándolos y transformándolos. Reducir los conceptos a meros
contenidos, no sólo limita su significación sino que además nos conduce a la
idea de que la enseñanza debe “amueblar” la mente con ellos.
En el proceso de formación de conceptos es necesario
que se descubran las relaciones y diferencias con otros conceptos ya formados;
que se establezcan las funciones, las causas, las intenciones, que se los
integre dentro de una red conceptual a la cual pertenece y que le da
significación.
La construcción significativa de conceptos requiere
de una hábil intervención docente, para posibilitar que se establezcan todas
las interconexiones necesarias a fin de que el concepto se convierta en un
instrumento de pensamiento.
Tener en cuenta que: La clase teórica no debe
utilizarse sólo para volcar información a la que los alumnos pueden acceder por
medio de apuntes y libros, sino para teorizar acerca de los conceptos básicos
del tema en cuestión, de manera que éstos se transformen en instrumentos que
permitan el abordaje comprensivo de apuntes y libros.
Para planificar una materia o una clase es necesario
que el docente tenga claro cuáles son los conceptos básicos de la disciplina o
clase en cuestión, que pueda seleccionarlos, jerarquizarlos y relacionarlos,
dentro de una red conceptual.(SANJURJO, Liliana, 1994)
Para ver más
sobre este tema podemos leer:
Aebli, Hans:” Doce
formas básicas de enseñar”; Edit. Narcea, Madrid. 1988.
Sanjurjo, Liliana; Vera, María Teresita; “Aprendizaje significativo y enseñanza en los
niveles medio y superior”; Edit. Homo Sapiens, Rosario, 1994.
Para complicar aún más las cosas una de la dificultades clásicas para una enseñanza productiva es que los conceptos nuevos no desplazan automáticamente a los previos (que suelen formar parte de una red conceptual preexistente, de construcción espontánea) aunque sean contradictorios con estos. Se tienen así conocimientos "para la escuela" y otros "para la vida". Hay gente que vive con esa disonancia toda su vida. Sólo superando esa dualidad se logra el aprendizaje real, no memorístico.
ResponderEliminarResulta interesante ver cuanto se ha avanzado en la comprensión de como se aprende pero sería más interesante ver eso volcado en las aulas, y es justo lo que no ocurre o casi no ocurre. Los docentes aprenden las teorías correspondientes pero en el resto de su carrera lo que incorporan es la clase magistral y la exigencia memorística, y eso es lo que aplican una vez recibidos (hay excepciones pero es lo más común).
ResponderEliminarPara algunos alumnos eso alcanza (decía un profesor mío que a algunos les pones un ladrillo a enseñar y aprenden igual), pero muchos se quedan afuera, aprenden a medias o pasan sin aprender...
Efectivamente los nuevos conceptos no desplazan automáticamente a los previos. Eso se trabaja, sino no sería posible el aprendizaje. Este paso no es responsabilidad absoluta del docente y requiere en el alumno el deseo de aprender. Nadie aprende si no quiere. La clase magistral está devaluada, pero no eliminada. No es el único modo que utiliza el docente aunque no es lo mejor. La preocupación de los profesores debería ser que los jóvenes pasen por las aulas tal como decís, sin aprender.
EliminarGracias por el aporte Iris.
Marce, que fácil es la teoría. Ahora llevar a buen puerto una enseñanza más práctica parece una utopía que lleva años en voces que no son escuchadas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hola Roberto, la práctica enriquece la teoría. Por el contrario la teoría no es fácil y el profesor trabaja con lo imprevisto, con aquello que en su teoría a veces no figura. Muchas veces para llegar a buen puerto hay que tomar otros caminos, pensar otros modos respetando siempre al alumno.
EliminarGracias por pasar Robert.
Hola Marce, creo que "la clave" está en el último párrafo,
ResponderEliminar¿el docente tiene claro cuáles son los conceptos básicos de la disciplina o clase en cuestión? ¿pueda seleccionarlos, jerarquizarlos y relacionarlos, dentro de una red conceptual?
En mi experiencia, lamentablemente, respondo por la negativa.
Un abrazo
Hola Hilda. Lo que vos ves está relacionado con la formación docente.Con la formación disciplinar el docente aprende o debería aprender a enseñar. Todos alguna vez tuvimos profesores que sabían un montón pero no sabían enseñar.¿sabés cuánto cuesta decirle a un docente que tiene que cambiar? algunos te dicen: hace 25 años que enseño así y siempre me dió resultado...en fin, lo peor que puedo hacer es bajar los brazos.
EliminarGracias Hilda.