La Sociología de la Educación es una de las más jóvenes ramas del saber humano, ya que posee alrededor de sólo un siglo de existencia. Fueron Augusto Comte y Emile Durkhein los que le dieron vida como Ciencia general (Comte) y como Ciencias de la Educación (Durkhein).La epistemología de la Sociología de la Educación es enormemente rica en su marco teórico y metodológico. Entre los estudios sociales que formula figuran la Pedagogía, el Colectivo Escolar, el Colectivo Pedagógico, las relaciones sociales, la Institución Escolar, la familiam la comunidad, el desempeño de roles y los códigos de género entre otros.

lunes, 8 de julio de 2013

MUJER, MADRE Y MAESTRA: LA NATURALIZACIÓN DEL TRABAJO SIN SALARIO O MAL PAGO.

LAS MUJERES Y EL TRABAJO DOCENTE
La situación diferencial de las mujeres en el ámbito de la educación es tomada desde dos lugares: es tanto una historia de las maestras como de la escolaridad destinada a las niñas.
En los primeros tiempos, no se trataba solamente del acceso restringido de las mujeres a la educación, sino de los contenidos diferenciales que se le asignaban. Su formación se basaba fundamentalmente en las labores domésticas (reglas de comportamiento, coser, bordar, etc.) y apenas en aprender a leer y escribir y algunas operaciones básicas de cálculos. La ignorancia de la mujer era valorada como un factor de preservación de las buenas costumbres. La adquisición de competencias relativas al acceso a la vida pública, política, laboral o académica era prerrogativa masculina. Esta discriminación sexual de roles y valores se prolongó durante todo el siglo XIX, gran parte del siglo XX y persiste aún hoy en ciertos hábitos y mentalidades, a pesar de las grandes transformaciones ocurridas.
También la asociación naturalizada entre la mujer y su función maternal y doméstica incidió en la pobre valoración material y simbólica del trabajo docente. La sabiduría de la buena maestra se localizaba en su capacidad afectiva y moral y no en su intelecto: se trataba más de una “virtud” que de un verdadero trabajo asalariado. Desde la apertura de la primera Escuela Normal en 1870 las mujeres constituyen un 85 % del cuerpo docente, porcentaje que hasta la actualidad no ha cesado de crecer. Sin embargo sólo los varones podían acceder a la formación universitaria y ocupar cargos superiores en la pirámide educativa. Hasta las grandes transformaciones culturales de los años 60, los hombres son los encargados de producir el saber, las maestras de transmitirlo.

A través de las mujeres, se traza una historia de las transformaciones más importantes acaecidas en la educación a lo largo de la historia. Comienza en los tiempos posteriores a la revolución de 1810, cuando el estado absorbe la función educativa, antes en manos de particulares o de la Iglesia, y adopta para ello el sistema disciplinario importado de Europa.  Sigue con el modelo sarmientino, destacando a su figura central, Juana Manso. Continúa con las reformas pedagógicas de las hermanas Olga y Leticia Cossettini, entre los años 30 y los 50. Refiere a la etapa negra de la dictadura, al terror y la censura sembrada en las escuelas bajo la sospecha de amenazas “subversivas”. Retoma la reformulación y apertura de los contenidos de la enseñanza luego de la recuperación democrática. Concluye en la etapa actual de crisis de las instituciones disciplinarias frente a la realidad social, y a la disyuntiva de perpetuar los discursos acerca de la impotencia de la escuela, o de ensayar nuevas experiencias, inspiradas en el examen de lo posible en entornos particulares. 

4 comentarios:

  1. Las que se llevan la peor parte son las profesoras de nivel inicial ("maestras jardineras") con eso de que las mujeres son más intuitivas y quieren más a los niños. Como si fueran niñeras y no maestras (pero tampoco, porque una niñera también necesita algún grado de conocimientos para no poner en peligro al niño que cuida. No basta con que quiera a los niños y tenga "mucho amor para dar").
    La sociedad no termina porque aceptar que son trabajadoras realizando un trabajo por un sueldo.
    Tanto repetir lo de la docencia como apostolado y la maestra como segunda mamá no ha ayudado a la profesionalización de la docencia.

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  2. El mito de la vocación viste? No podemos negar que en cualquier nivel, el/la docente debería tener un compromiso con la práctica, un deseo de hacer su tarea con profesionalismo y debe formarse para eso. Somos trabajadores, si, pero nuestro trabajo es extremadamente complejo, trabajamos con y para otros. En nuestro caso no basta con la buena voluntad.
    Abrazo Iris.

    PD: la mirada patriarcal sobre la profesión docente como eminentemente femenina, justo por eso que decís de la intuición y de que somos "la segunda mamá", es totalmente intencionado. Como replicamos en la escuela las tareas de cuidado, crianza, alimentación y educación que hacemos GRATIS en casa...no es necesario que las docentes estemos bien pagadas.
    Abrazo.

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  3. Hola Marce!!
    Todo profesional debe recibir un salario que permita vivir con dignidad.
    Con el trabajo docente, pienso que, como la palabra "trabajador" nació devaluada, ya que el que necesitaba trabajar no podía "contemplar" ni investigar, ni... Al reivindicarse el docente como trabajador, lamentablemente cayó en los "ni" ya que (la mayoría) sólo hace algún curso, si le otorga puntaje para correr unos centésimos para arriba en los listados. Algunos cursos que otorgan puntaje, son una verdadera vergüenza y, hacerlos, significa degradarse.
    Al recibir el título docente (insisto, para la mayoría) "ya se llegó". El promedio de lectura de los docentes no sé si llega a un libro por año... Tal vez, lean algún resumen de alguno... Sin mejorar la calidad de la preparación docente, es imposible mejorar la educación... Es un tema complejo ya que, por lo que comenté, no sirve obligarlos a hacer cursos.
    En CABA, los docentes realizan cursos en los gremios -otorgan puntajes extraordinarios- y, se copian las evaluaciones en los recreos de las escuelas. Alguno dice "copialo para mí, yo las llevo al Bernasconi" (lugar donde rinden) y esa distribución de tareas, hace que se hagan 7 copias (una para el colega "chofer") entre 6 docentes y, llegada la hora, se van a rendir.
    Lo comentado es tristemente textual (escuchado en una escuela técnica)...

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  4. !cuánta razón Hilda!. Yo repito a los alumnos que no me fíaría de un médico que dijera: !ya está, ya me recibí! y no tocara más un libro, revista o paper con lo nuevo de la ciencia médica.Parezco un disco rallado cuando digo que el título es un punto de partida.
    Triste y denigrante es lo que contás sobre las evaluaciones de los cursos.
    Abrazo Hilda.

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