La Sociología de la Educación es una de las más jóvenes ramas del saber humano, ya que posee alrededor de sólo un siglo de existencia. Fueron Augusto Comte y Emile Durkhein los que le dieron vida como Ciencia general (Comte) y como Ciencias de la Educación (Durkhein).La epistemología de la Sociología de la Educación es enormemente rica en su marco teórico y metodológico. Entre los estudios sociales que formula figuran la Pedagogía, el Colectivo Escolar, el Colectivo Pedagógico, las relaciones sociales, la Institución Escolar, la familiam la comunidad, el desempeño de roles y los códigos de género entre otros.

martes, 11 de diciembre de 2012


 
La aventura del conocimiento y el aprendizaje

Por Alejandro Dolina

La velocidad nos ayuda a apurar los tragos amargos. Pero esto no significa que siempre debamos ser veloces. En los buenos momentos de la vida, más bien conviene demorarse. Tal parece que para vivir sabiamente hay que tener más de una velocidad. Premura en lo que molesta, lentitud en lo que es placentero. Entre las cosas que parecen acelerarse figura -inexplicablemente- la adquisición de conocimientos. 

En los últimos años han aparecido en nuestro medio numerosos institutos y establecimientos que enseñan cosas con toda rapidez: "....haga el bachillerato en 6 meses, vuélvase perito mercantil en 3 semanas, avívese de golpe en 5 días, alcance el doctorado en 10 minutos....." 
Quizá se supriman algunos... detalles. ¿Qué detalles? Desconfío. Yo he pasado 7 años de mi vida en la escuela primaria, 5 en el colegio secundario y 4 en la universidad. Y a pesar de que he malgastado algunas horas tirando tinteros al aire, fumando en el baño o haciendo rimas chuscas. 
Y no creo que ningún genio recorra en un ratito el camino que a mí me llevó decenios. 

¿Por qué florecen estos apurones educativos? Quizá por el ansia de recompensa inmediata que tiene la gente. A nadie le gusta esperar. Todos quieren cosechar, aún sin haber sembrado. Es una lamentable característica que viene acompañando a los hombres desde hace milenios. 
A causa de este sentimiento algunos se hacen chorros. Otros abandonan la ingeniería para levantar quiniela. Otros se resisten a leer las historietas que continúan en el próximo número. Por esta misma ansiedad es que tienen éxito las novelas cortas, los teleteatros unitarios, los copetines al paso, las "señoritas livianas", los concursos de cantores, los libros condensados, las máquinas de tejer, las licuadoras y en general, todo aquello que ahorre la espera y nos permita recibir mucho entregando poco.
Todos nosotros habremos conocido un número prodigioso de sujetos que quisieran ser ingenieros, pero no soportan las funciones trigonométricas. O que se mueren por tocar la guitarra, pero no están dispuestos a perder un segundo en el solfeo. O que le hubiera encantado leer a Dostoievsky, pero les parecen muy extensos sus libros. 
Lo que en realidad quieren estos sujetos es disfrutar de los beneficios de cada una de esas actividades, sin pagar nada a cambio. 

Quieren el prestigio y la guita que ganan los ingenieros, sin pasar por las fatigas del estudio. Quieren sorprender a sus amigos tocando "Desde el Alma" sin conocer la escala de si menor. Quieren darse aires de conocedores de literatura rusa sin haber abierto jamás un libro. 
Tales actitudes no deben ser alentadas, me parece. Y sin embargo eso es precisamente lo que hacen los anuncios de los cursos acelerados de cualquier cosa. 
Emprenda una carrera corta. Triunfe rápidamente. 
Gane mucho "vento" sin esfuerzo ninguno. 
No me gusta. No me gusta que se fomente el deseo de obtener mucho entregando poco. Y menos me gusta que se deje caer la idea de que el conocimiento es algo tedioso y poco deseable. 
¡No señores: aprender es hermoso y lleva la vida entera!

El que verdaderamente tiene vocación de guitarrista jamás preguntará en cuanto tiempo alcanzará a acompañar la zamba de Vargas. "Nunca termina uno de aprender" reza un viejo y amable lugar común. Y es cierto, caballeros, es cierto. 

Los cursos que no se dictan: Aquí conviene puntualizar algunas excepciones. No todas las disciplinas son de aprendizaje grato, y en alguna de ellas valdría la pena una aceleración. Hay cosas que deberían aprenderse en un instante. El olvido, sin ir más lejos. He conocido señores que han penado durante largos años tratando de olvidar a damas de poca monta (es un decir). Y he visto a muchos doctos varones darse a la bebida por culpa de señoritas que no valían ni el precio del primer Campari. Para esta gente sería bueno dictar cursos de olvido. "Olvide hoy, pague mañana". Así terminaríamos con tanta canalla inolvidable que anda dando vueltas por el alma de la buena gente. 
Otro curso muy indicado sería el de humildad. Habitualmente se necesitan largas décadas de desengaños, frustraciones y fracasos para que un señor soberbio entienda que no es tan pícaro como él supone. Todos -el soberbio y sus víctimas- podrían ahorrarse centenares de episodios insoportables con un buen sistema de humillación instantánea.
Hay -además- cursos acelerados que tienen una efectividad probada a lo largo de los siglos. Tal es el caso de los "sistemas para enseñar lo que es bueno", "a respetar, quién es uno", etc.
Todos estos cursos comienzan con la frase "Yo te voy a enseñar" y terminan con un castañazo. Son rápidos, efectivos y terminantes. 

Elogio de la ignorancia: Las carreras cortas y los cursillos que hemos venido denostando a lo largo de este opúsculo tienen su utilidad, no lo niego. Todos sabemos que hay muchos que han perdido el tren de la ilustración y no por negligencia. Todos tienen derecho a recuperar el tiempo perdido. Y la ignorancia es demasiado castigo para quienes tenían que laburar mientras uno estudiaba. 
Pero los otros, los buscadores de éxito fácil y rápido, no merecen la preocupación de nadie. Todo tiene su costo y el que no quiere afrontarlo es un garronero de la vida. 
De manera que aquel que no se sienta con ánimo de vivir la maravillosa aventura de aprender, es mejor que no aprenda. 

Yo propongo a todos los amantes sinceros del conocimiento el establecimiento de cursos prolongadísimos, con anuncios en todos los periódicos y en las estaciones del subterráneo.

"Aprenda a tocar la flauta en 100 años".
"Aprenda a vivir durante toda la vida".
"Aprenda. No le prometemos nada, ni el éxito, ni la felicidad, ni el dinero. Ni siquiera la sabiduría. Tan solo los deliciosos sobresaltos del aprendizaje". 

Fuente: http://www.compositum.com.ar/la-aventura-del-conocimiento-y-el-aprendizaje-2009-12-29.html



martes, 27 de noviembre de 2012

FILOSOFÍA

Material interesante para enseñar Filosofía. El tema es "El amor" y se utiliza "El Banquete" de Platón para desarrollar los contenidos.
El video dura 28 min. y algunos conceptos claves son: búsqueda del absoluto, posesión, contrato, matrimonio, orden social, el amor explicado por la ciencia, el amor explicado desde la metafísica.
Por último podemos utilizar este video en donde los mitos son el cuestionamiento de relatos ideales existentes.




La convivencia como categoría ética

Sin eufemismos de ninguna naturaleza, hoy hay que enseñar la convivencia justa, no cualquier convivencia, no cualquier adaptación social. Y hay que enseñarla, porque la convivencia justa implica conocimientos en torno a la sociedad y a los derechos y las obligaciones. Y son conocimientos históricos que fueron condensándose en saber qué son los derechos humanos, por qué un orden democrático garantiza mejor esta justicia de la convivencia, y por qué  se nos exige una participación activa para cambiar lo que la obstaculiza y lo que tiende a legitimar un orden social de exclusión, marginación y ausencia de sentido.
De aquí la necesidad de plantear la enseñanza de la convivencia, como enseñanza para la participación ciudadana. Y entonces trabajar para entender qué significa hoy la ciudadanía.
La convivencia, entonces, es una categoría ética en un sentido estricto, y no meramente una cuestión de socialización del deseo. La ciudadanía es una categoría política en un estricto sentido de la palabra, y no meramente un problema de adaptación legitimadora del orden vigente.

Fuente: Cullen, Carlos. (2008) "Crítica de las Razones de Educar. Temas de Filosofía de la Educación". Edit. Paidós. Bs.As

sábado, 20 de octubre de 2012

EL NOBEL DE LA DESVERGÜENZA


Los amos del dinero y el capitalismo casino, las grandes fortunas europeas, los grandes diseñadores de este mundo de impiedad y desvergüenza, están descorchando sus botellas de champagne mientras ríen satisfechos por su poder inconmensurable: como si se tratara de un título nobiliario que se puede comprar para adornar con falso linaje sus fortunas mal habidas y manchadas de sangre, los impúdicos miembros de la troika que con mano de hierro dirige la vida y destino de centenares de millones de ciudadanos europeos se han adjudicado a sí mismos el Nobel de la Paz. Si no fuera trágico sería cómico.
En teoría, el Nobel de la Paz se otorga “a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de los congresos por la paz “. Sin embargo, este 12 de octubre, el Comité Nobel de Noruega comunicó su decisión de entregar el premio creado por el inventor de la dinamita, a esa instancia supranacional –conformada por 27 países–, que en este preciso momento se ve inmersa en la peor crisis en dos décadas de su historia.

 


 

miércoles, 10 de octubre de 2012


LENGUAJE Y SEXISMO: UN ARMA CARGADA DE PODER

 

Como decía un reconocido sociólogo, no hay ningún aspecto de la actividad humana que no esté recorrido por las desigualdades de género; y la lengua, esa herramienta imprescindible para nombrar la realidad, no sólo no es ninguna excepción, sino que es un arma fundamental de poder.

Hace varios días que la RAE está en los medios manifestando su crítica y desacuerdo con las distintas y numerosas guías que, bajo el auspicio de las feministas, se han venido publicado a lo largo de toda la geografía española por grupos y asociaciones de mujeres, universidades, ayuntamientos comunidades autónomas y otros organismos que aconsejan hacer visible al 50% de la población, las mujeres.

El trabajo de los miembros de la Academia no se ha posicionado claramente a favor de la igualdad entre mujeres y hombres, y, como se puede comprobar en la práctica (hechos son amores, y no buenas razones), no las han tenido en cuenta a lo largo de toda su historia. Cómo pueden calificarse, si no, las declaraciones del actual director honorario quien, con desgana paternalista afirmaba en 2009, cuando era director de la RAE: "La Academia no quiere ser ni feminista ni machista, sino estar en ese feliz punto medio". García de la Concha, en un asunto que tenía -y tiene- tanta importancia social, como máximo representante de la RAE en aquel momento, no podía ignorar el significado de ambos términos y considerarlos opuestos: si es cierto que la RAE está a favor de igualdad, su director debe declararse feminista porque serlo, según su Diccionario, significa exigir y defender iguales derechos para las mujeres. Y, al mismo tiempo, declararse ferozmente antimachista, oponiéndose, así, a actitudes prepotentes de varones que, por el simple hecho de serlo, se creen superiores a las mujeres. O se está por los derechos de las mujeres, o te crees superiores a ellas; no existe el "feliz" término medio.

La práctica de esta institución machista es heredera directa de los que les precedieron, que prohibieron entrar a las mujeres en las universidades durante casi 800 años; hoy, en 2012, la Academia demuestra con la elección de sus miembros, que es uno de los reductos más activos del poder patriarcal. La RAE está constituida por 46 miembros numerarios de los cuales, sólo 5, son mujeres. Hoy, solo el 10% de los académicos son académicas y en toda la primera parte del Informe de la RAE, "Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer", se recogen varias premisas en donde quieren demostrar que están por la igualdad y contra todo tipo de discriminación sexista. Aquí hay algo que no cuadra: ¿está la Academia en contra de todo tipo de discriminación con ese mínimo nivel de representación de mujeres? Si no discriminan a las mujeres, dado que somos más del 50% de la población, y que son mayoría las universitarias licenciadas con los mejores expedientes, y que en todos los ámbitos de la sociedad hay mujeres capaces, con prestigio y reconocimiento ¿por qué no las eligen? ¿Será porque el pensamiento de los ideólogos de la Academia sigue siendo el de sus ancestros como cuando, para rechazar la entrada de Emilia Pardo Bazán en la Academia le mandaron una carta diciendo que no había "plazas para mujeres"? O, aún peor, ¿piensan que no hay mujeres con méritos similares a los de los hombres que eligen? En cualquier caso, con su práctica, la Academia discrimina a las mujeres.

Y no cabe eximir de responsabilidad a sus miembros: No olvidemos que el sistema de elección es por cooptación, es decir, ellos mismos llenan las vacantes que se producen por fallecimiento en el seno de la Academia mediante el voto de quienes la integran (es el mismo sistema de votación que el del Comité Central del Partido Comunista chino). Además, los cargos son vitalicios, de manera que no están sujetos a reelección ocurra lo que ocurra y fuere el que fuere el comportamiento de sus miembros. Cuando de hablar de este asunto se trata, los miembros de la Academia suelen mencionar que poco a poco se va poniendo remedio a esta escasa presencia femenina, que reconocen mínima; pero las cifras no lo corroboran: desde el año 2000 han elegido a 18 hombres y a 4 mujeres.

 


/Dice la RAE que está por la igualdad entre hombres y mujeres. Sobre el Informe "Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer"/

 

¿Por qué no lo podemos dejar pasar?, porque pretende que no somos visibles.

¿Por qué no nos extraña?, porque deslegitimar irónicamente expresiones inclusivas es querer tapar el sol con las manos.

 

 

miércoles, 3 de octubre de 2012

EL TEMOR A LA VEJEZ


La negación de la edad es una tontería. Yo tenía miedo a esta etapa que empieza después de los sesenta años. Ahora, que más o menos estoy instalado en ella (tengo setenta y tres años), me doy cuenta que se me ha simplificado la vida, y la mayor parte de las cosas que antes me preocupaban, ahora creo que son boludeces, pero quedó lo esencial: el amor, los hijos, la justicia social, la solidaridad (y también el dulce de leche y la crema chantilly…)

Esta edad no está tan mal, el tema de la muerte siempre angustia, pero yo creía que iba a ser peor. Es una tontería hacerse el pendejo, fíjense si tuviera que ir al gimnasio, sería todo un laburo y no podría gozar de esto de hacerme el filósofo. Cuando cumplí sesenta años hice una fiesta en la Escuela. Y dije: tengo dos caminos, o me convierto en un viejo sabio, o en un viejo pelotudo. Lo último me pareció aburrido. Cuando no asumís la edad, no gozás ni la una ni la otra.


El temor a la vejez hace que la ocultemos, que sea considerada como algo indigno, a ocultar en un geriátrico porque ya no servimos más.


Acá en la Argentina tenemos la cultura de Mirta Legrand, pobre Mirta, para conservar la juventud debe usar una máscara de cirugía y no está gozando de esa edad.

Cuando estuve en Estados Unidos había una actriz que había sido muy famosa, Bette Davis, que ya estaba muy viejita y tenía el rostro con las arrugas del tiempo. Era conductora y tenía un programa muy respetado, en el que podía decir cosas sabias, porque estaba cómoda en esa edad, era creíble.


También en Italia, estando en una plaza de Roma, pude ver que estaban todos los viejitos (los respetados nonos) jugando a las cartas y tomando Cinzano, con gran dignidad, y la gente iba a preguntarles cosas.


Pero en la Argentina, cuando llegás a esta etapa, te meten en un geriátrico y no aprovechan la historia, que es necesaria para construir el futuro.


En el Amazonas no hay jubilación de viejos. Yo fui hace muchos años, de aventurero, con mochila y bolsa de dormir, y ahí estaban los viejitos de la tribu mirando el río Xingú que desemboca en el Amazonas. Y pensé: "Ahí está la biblioteca nacional"... Uno sabía de partos, otro de canoas, otro de plantas medicinales, a ellos los cuidaban mucho, porque eran los transmisores de la sabiduría, no había transmisión escrita (se moría el de las canoas y tenían que cruzar nadando…) Tenían una dignidad como los que vi en la India. Allí, en el proceso de vida, se respetan todas las etapas.


En estos países de la cultura occidental, tecnológica, donde lo que no es nuevo hay que tirarlo, lo mismo se hace con los seres humanos, y eso es una tontería. En la cultura norteamericana todos tienen que ser jóvenes y lindos.


Hay una etapa de la vida en que uno es niño, otra en que es joven, otra donde es adulto y otra donde es viejo. Nosotros atravesamos las cuatro etapas de la vida, si negamos una, vamos a tener problemas. Si se nos niega la infancia vamos a perder la creatividad, si se nos reprimió la adolescencia, vamos a perder la rebeldía.


Lo importante es seguir creciendo, es como pasar por distintas estaciones. En cada una hay que bajarse y tomar el otro tren (son las crisis evolutivas). Algunos se bajan en una y ahí se quedan, no siguen en el viaje de la vida.


La concentración urbana genera la familia nuclear: papá, mamá y uno o dos hijos, donde es tan pequeño el espacio, que no cabe el abuelo, va al geriátrico, después tienen que mandar al nieto a la guardería, pero ¿quiénes son los mejores cuidadores para el nieto? el abuelo y la abuela. ¿Qué mejor maestra jardinera que un abuelo o una abuela? Ambos están fuera de la producción, fuera de la tensión necesaria para la lucha cotidiana, ambos están en el mundo de lo imaginario...


En Santiago del Estero el tata viejo es un personaje muy importante. Es el que sabe la historia de la familia, transmite la información, los agüelos cuidan al gurí, las dos puntas de la vida se complementan.


En nuestro país la vejez está desvalorizada, los viejos son marginados, el cambio social fue tan brusco que su experiencia habla de una Argentina que perdimos, si terminan en el geriátrico, los tratan como chicos, los retan y los humillan, se deprimen y  aparecen todas las enfermedades que tienen que ver con las bajas defensas.


En cambio, en las sociedades más sanas, esta es una época muy rica, porque es la de la reflexión, que es parecida al juego y la creatividad, pero ya después de haber visto la película entera y haberla entendido. 


La última etapa es lo que se llama la senectud, que a veces tiene un deterioro grave,  neuronal, de las funciones mentales. De todas maneras, el final del proceso de la vida, que es la muerte, es un tema negado en nuestra cultura. El final, la agonía, a veces tiene características traumáticas, como algunos partos, al inicio.  Los humanos somos todos de la tribu de los "Uterumbas", porque vamos del útero a la tumba.


Se puede estar en cualquier edad, incluso setenta, ochenta años, y el que tiene un proyecto se aleja de la muerte. Eso lo vi en Pichón anciano, él decía: “la muerte está tan lejos como grande sea la esperanza que construimos”, el tema es la construcción de la esperanza. ¿Cómo la podés construir?, si esa historia tiene sentido y se arroja adelante como esperanza.


Padres que no le tienen miedo a la muerte hacen hijos que no le tienen miedo a la vida.

Alfredo Moffat     -    Psicólogo
“Terapia de Crisis. La emergencia psicológica” 
 

 

jueves, 27 de septiembre de 2012



"Un nombre es...sólo una palabra"

No importa el nombre, porque podría ser cualquiera.
Sin embargo, es sólo uno. Fue elegido, con un poco de
suerte, con algo de amor... Sin embargo, es la única
palabra que no miente. La que llevamos todos los días
en la suela de los zapatos... Desde antes de nacer y aún después de morir,
seremos "ese" nombre, lo único propio
de cada uno de nosotros... una palabra. Y como en ellas habito, no me queda
otro remedio que padecerlas...
También construyen y reconstruyen mi(s) historia(s).
Tengo una gran deuda con ellas. Por eso, quizás, las
quiera compartir. "Solo no eres nadie. Es preciso que
otro te nombre".

B. Brecht

lunes, 24 de septiembre de 2012

PROTESTA Y ESTRUCTURAS


La sociología de la década de los ochenta estuvo dominada por la temática de los nuevos sujetos sociales y de los nuevos movimientos sociales.

Aún aquellos que no comparten con Touraine (1978),  para quien el objeto de la sociología es el estudio de los movimientos sociales, reconocen que la última década impuso esa temática como una fuerza sin precedentes.

Los indignados europeos, los movimientos por la diversidad, los ecologistas, los colectivos de mujeres, aquellos que protestaron días pasados con la consigna “ocupemos Wall Street”, y más cercano en el tiempo,  las movilizaciones que cacerola en mano protestaron por diversas consignas en nuestro país, son un ejemplo.

La protesta, y las acciones directas son una característica de estos movimientos, pero todos sin excepción sufren la tiranía de la falta de estructuras.

Al contrario de lo que nos gustaría creer, no existe algo similar a un grupo sin estructuras. Cualquier grupo de personas que por razones que comparten, se une durante un periodo de tiempo determinado y con un objetivo cualquiera, se dará una u otra forma de estructura.

La estructura podrá ser flexible y variará con el tiempo, servirá para distribuir tareas, distribuir poder e influencias, etc. El simple hecho de ser individuos con talentos, predisposiciones y procedencias distintas hace que darse estructura sea inevitable.

Con esto decimos que aspirar a crear un grupo sin estructura, es tan inútil y engañoso como pretender que existan noticias objetivas, que las ciencias sociales estén libres de valores o que exista una economía libre.

 

Fuentes:

Revista de política y cultura El Rodaballo, Nro.15,. 2004.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

PEDAGOGÍA


LA EDUCACIÓN COMO PRÁCTICA DE LA LIBERTAD

Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho.

Mi visión de la alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado.

Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos.

Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo.

Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando.

Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad.

Enseñar exige saber escuchar.

Nadie es, si se prohíbe que otros sean.

La Pedagogía del oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación.

No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión.

Decir la palabra verdadera es transformar al mundo.

Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa.

El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación.

El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas.

Solo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos.

Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre.

La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados "ignorantes" son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una "cultura del silencio.

Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra.

Defendemos el proceso revolucionario como una acción cultural dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el esfuerzo serio y profundo de concientización.

La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente de la HUMANIZACIÓN del hombre.



Paulo Freire. La educación como práctica de la Libertad

sábado, 1 de septiembre de 2012

CIVILIZACIÓN Y BARBARIE


Otra vez las brujas

 Por Osvaldo Bayer

Desde Bonn, Alemania

En la contratapa del 27 de julio pasado hablamos de las “brujas” que fueron quemadas vivas por las iglesias cristianas en los siglos XVI y XVII. Y que había comenzado una autocrítica de esas iglesias ante la amplia difusión de investigaciones históricas acerca de esos hechos de extrema crueldad del ser humano, en nombre de Cristo. Pues bien. Parece ser que la Verdad y la Etica siguen triunfando cada vez más. Y acaba de producirse otro hecho fundamental, aquí en Alemania. Nada menos que el arzobispo católico de Bamberg, Ludwig Schick, acaba de hacer público que ha resuelto declarar por “anulado y sin efecto” las sentencias en los procesos realizados por la Iglesia Católica contra personas acusadas de “brujería”, y además agregó: “Desde nuestra interpretación del Derecho fueron injustos”. Y finalizó con este pedido de disculpas: “Con las víctimas y sus familias se cometió algo atroz”. Por fin. Un poco tarde, sí. Más de cinco siglos después. Pero siempre, finalmente, llega la verdad. Ahora, habría que preguntarle al papa Ratzinger por qué cuando él habla siempre de “Dios, en su infinita bondad”, sí, por qué ese Dios tan “bondadoso” permitió que su propia Iglesia, la Católica, cometiera crímenes tan horrendos y el sufrimiento de esas pobres mujeres a las cuales se las ejecutaba a fuego lento para que sufrieran mucho más. ¿Por qué ese Dios, si fue el creador del mundo, concibió que sus seguidores, los sacerdotes, autotitulándose representantes de “El” en la Tierra, cometieran tales crímenes atroces? Creemos que ha llegado el momento en que el Papa salga al balcón de su palacio y explique el porqué de tanta crueldad en nombre de la Cruz.
Lo del arzobispo Schick es un paso adelante para la interpretación racional de la historia. Los males del poder. La omnipotencia. El ordenar arrodillarse ante los que mandan en nombre de Dios o de los que dicen ser representantes del pueblo. Con el mismo sentido cínico del ocultamiento de sus crímenes, los militares argentinos aplicaron el método de la desaparición de personas. “No están ni vivos ni muertos”, declaró una vez el hoy ex general Videla, con un cinismo insuperable para explicar sus crímenes. Pero las Madres y las Abuelas y los hombres y mujeres de los organismos de defensa de los derechos humanos lograron dejar al desnudo ese crimen de indescriptible crueldad en cuanto a su atrocidad y cobardía.
La quema de “brujas” fue cubierta siempre por el “miedo a Dios”; “de eso no se habla” fue la respuesta de la Iglesia durante siglos. Ahora ha salido a la luz, reconocido por sus propios obispos. Falta pues que el Papa se posterne y pida el perdón a la humanidad por crímenes tan horribles cometidos por sus antecesores.
Bien, pero los argentinos, qué hacemos. Sí, volvamos una vez más al capítulo más nefasto de nuestra historia: el genocidio de los pueblos originarios cometido ya bajo la bandera azul y blanca, con nuestro ejército, nuestros generales y nuestros políticos responsables de aquella época, todos sacralizados en monumentos, nombres de ciudades, de plazas, de lagos, de calles, de escuelas.
Sí, una vez más este tema en estas contratapas. Que la conciencia siempre esté presente. Por ejemplo, vayamos no ya a la Campaña del Desierto del genocida Julio Argentino Roca sino pasemos a otro paisaje argentino, la región del Chaco. ¿Cómo fue la conquista de esa tierra para la “civilización”? Pronto aparecerá la segunda edición del libro Los dominios del demonio, que lleva como subtítulo Civilización y Barbarie en las fronteras de la Nación. Escrito por el actual decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Héctor Hugo Trinchero. Es un libro profundo, de una investigación a fondo basada en la documentación de la época que habla ya por sí misma. Bastaría con ella para comprender con cuánta frialdad y falta de ética con respecto a la vida de los demás actuaron los gobernantes de aquella época, encabezados por Julio Argentino Roca y de otros próceres del ideario nacional liberal positivista.
El demonio, palabra para demonizar a los pueblos originarios que vivían en esas comarcas desde hacía siglos. La actuación del ejército y de la Iglesia con sus misiones para la conquista definitiva de esas tierras y el sometimiento perpetuo de los llamados “indios”.
Se hizo con “la espada y la cruz, con la pluma y la palabra”. La documentación que presenta el autor es irrebatible. El archivo de los vencedores con el idioma de los que saben que no tienen que rendir cuentas a nadie. Cuando Roca asciende al oficial Victorica, uno de los “conquistadores” del Chaco, escribe en el acta de ascenso: “Su brazo mutilado y un reguero de sangre marcarán en el Chaco los derroteros de la civilización y el progreso” (firmado: general Julio Argentino Roca). La civilización a través de un reguero de sangre. Está todo dicho, señor general. Todavía en 1902, durante la presidencia de Roca, se repite el degüello de prisioneros indios en la represión del teniente Avalos. Y esa civilización de regueros de sangre culminó con la repartición de tierras a los militares conquistadores con 5000 hectáreas a los “jefes de regimiento” y con 1500 hectáreas a “otros oficiales”, expresión del decreto oficial. El autor Trinchero nos recuerda entonces una frase del pensador Walter Benjamin: “No existe ningún documento de civilización que no sea al mismo tiempo un documento de la barbarie”. Como resumen de la “conquista del Chaco”, el libro reproduce nada menos que un documento de la dictadura militar de la desaparición de personas. En ese documento, Videla considera al Chaco “un monumento nacional” por ser el “último bastión de resistencia del enemigo indio”, vindicando “campañas militares forjadoras de la patria civilizada”. Videla, un general civilizado.
En cuanto a las misiones católicas que se fueron formando en el Chaco, hasta 1767, los jesuitas habían fundado gran cantidad de ellas en Tucumán, Buenos Aires, Paraguay y Misiones y poseían, ya en esos años, 400.000 cabezas de ganado vacuno.
Aquí cabe la pregunta: ¿por qué la Iglesia Católica guardó silencio y no denunció desde Roma al mundo el genocidio que se estaba cometiendo con los pueblos originarios en la Argentina? Primero en el Sur, con Julio Argentino Roca, y luego en la región chaqueña con diversos jefes militares. Sólo se oyeron algunas voces valientes, como ocurrió con la desaparición de personas de Videla, cuando valientes obispos (como Angelelli y De Nevares, por ejemplo) y sacerdotes (como Mugica y tantos otros) salieron a la calle para denunciar los crímenes, pero, en sí, las voces de diversos obispados y de la Iglesia desde Roma se mantuvieron en silencio.
Se hace necesario cada vez más el llamado oficial a congresos de historiadores que estudien estos temas a fondo y que den su veredicto definitivo sobre la base de documentación legítima, tomando como fundamento la defensa de la vida, ese derecho de todos. Y terminar con la versión de los vencedores con las armas de que se ha servido hasta ahora la historia oficial que aprendimos desde niños en la enseñanza de las aulas. La Etica y la Vida, como principios insoslayables. Y terminar con aquello que las “brujas o los salvajes” fueron los enemigos de la civilización y el progreso.

martes, 28 de agosto de 2012

EL COMIC Y LA EDUCACIÓN CIUDADANA


¿Qué significa (hoy) El Eternauta?

 

Final del formulario

*      Por José Pablo Feinmann

 

La derecha ignorante y torpe que pretende gobernar en la Argentina ha cometido otro de sus grandes desatinos. Más grave que el del policía Palacios con el que pretendía cuidar nuestra seguridad. Más grave que la designación del desdichado y resentido Abel Posse, lleno de odio hacia los jóvenes. No, este error ofende profundamente a nuestra cultura y a la concepción de la defensa de la vida en la Argentina.

 

Aclaremos: ¿por qué El Eternauta es el símbolo de los nuevos jóvenes y también de los veteranos como el que escribe esta nota? Oesterheld nace en 1919. Fue el maestro de nuestra generación. De la generación que creció durante los años cincuenta. Hizo las mejores historietas (o literatura dibujada, como exactamente definió ese arte Oscar Masotta) de esos años. Primero en la revista Misterix, luego en Hora Cero y Frontera. Sé que esto no significa nada para el político joven, tan joven que lo desconoce todo, que gobierna la “culta” ciudad de Buenos Aires, que lo ha preferido dos veces contra un verdadero, auténtico intelectual como lo es Daniel Filmus. Pero eso ya está. Ahora tenemos al pibe, al hijo de un sólido hombre de negocios que ha acumulado una fortuna tan enorme que puede imponerlo todo o casi todo (aunque, según creo, no se siente muy orgulloso de su vástago, de su eterno recién venido al mundo, que ni hablar sabe, ya que tienen que soplarle al oído lo que debe decir). Detengámonos en este aspecto (no lateral) de la personalidad del joven Macri: a él le soplan al oído porque ignora el ABC del arte de la política. Simplemente estaba más cómodo en las farras de los noventa que en la densidad histórica de la América latina del siglo XXI. Como a él le tienen que “soplar”, supone que a los jóvenes de La Cámpora o del Movimiento Evita y otras agrupaciones también “les soplan”. Les soplan los perversos que quieren hacer de ellos otra cosa de lo que deberían ser. Y ellos (al ser ya eso que no “deberían ser”, al haber sido sometidos por el Mal) les “soplan” a los otros niños lo que a ellos les soplaron, tratan de convertirlos en lo que ellos son, tratan de infiltrarse en sus mentes. La palabra infiltración es la palabra fundante de la derecha, sobre todo en el campo de la educación. Cuando mataron (en 1976) a los curas palotinos de la iglesia de San Patricio, los carniceros escribieron en las paredes: “Esto les pasa por envenenar las mentes de nuestros jóvenes”. Uno se pregunta: ¿no harían lo mismo si pudieran? Posiblemente: la derecha es tan cruel como cada coyuntura se lo permite. Ya habrá algún organismo que tiene bien anotados en un fichero infame los nombres de los que tratan (hoy) de robarles lo que “esencialmente” les pertenece: la Patria, que es “la casa”. Y si algo quieren es eso: que no les tomen la casa.

Veamos: tratemos de que el pibe entienda. Oesterheld (salvando las terribles barreras ideológicas) fue, para mi generación, nuestro Walt Disney. Sólo que no era macartista, ni la jugaba para el lado del imperio. Pero fue alguien que deslumbró, que iluminó nuestra imaginación, que la disparó hacia lo infinito. Hoy, todavía, yo podría dibujarle al pibe un Sargento Kirk en menos de cuatro minutos. Me inscribí en una Escuela de Dibujo, a los seis o siete años, para poder hacerlo. También podría dibujarle un Pato Donald, porque también lo amé de niño, y a Mickey (menos) y al Super Ratón: muchísimo. (Le puedo dibujar un Súper Ratón en tres minutos. Cuando quiera se lo hago. Así se entretiene con héroes que le seguirán gustando, ya que puede entender sus adorables andanzas, no las de Juan Salvo. No se preocupe: a mí también me gustan, ya que nunca dejaré de ser un niño.) Pero (además de serlo) crecí, sufrí, me hice hombre y nunca olvido, sobre todo, a Juan Salvo y sus compañeros. Primero me enamoré del Sargento Kirk, un desertor del Séptimo de Caballería que tomaba una decisión que marcaría su vida: elegía estar con los indios y no con su ejército. Elegía estar del lado de los indios. Vea, eso nos enseñó Oesterheld: a estar del lado de los indios, de los que siempre pierden, de los desplazados, de los masacrados, de las víctimas. Max Horkheimer decía: “Sólo una historia merece ser escrita: una que siempre mire desde el lado de las víctimas”. (Otro día le explico quién fue Max Horkheimer. ¡No le voy a hablar de la Escuela de Frankfurt cuando está en juego la vida del Eternauta!)

Hacia fines de los cincuenta (vea, fue el 4 de septiembre de 1957), en Hora Cero, aparece El Eternauta. La historieta era más que novedosa. Ante todo, sucedía en nuestro país, en Buenos Aires. Por esos años estábamos también subyugados por las revistas mexicanas. Que copiaban a las de EE.UU. y traían a los personajes de los dibujos animados. Pero esto era distinto, otra cosa. Era una historieta “para grandes”. Oesterheld ya nos sentía crecidos. Y nos largaba El Eternauta para que entendiéramos las asperezas de la vida. Juan Salvo (el argumento se sabe) juega al truco con sus amigos en la buhardilla de su casa. Empieza a nevar. Esa nevada mata. En 1982, en SuperHumor, escribí una nota que se llamaba “La nieve de la muerte cae para todos”. Ya identificaba a la nevada asesina con la dictadura de Videla. En 1981, en Medios y Comunicación, Juan Sasturain había publicado su memorable Carta al Sargento Kirk. Cuando le habla de Oesterheld, el viejo, le dice que le fue mal. Que siguió siempre eligiendo a los indios. Pero “perdió amigos, el buen nombre en las editoriales, cuatro hijas. No es mucho en un país lleno de sangre; es demasiado para un hombre solo”. A partir de 1975 (le aclaro, pibe, para que vea qué difícil es todo), no estuve de acuerdo con los indios a los que se unió Oesterheld. Me fui con otros. Pero el Gran Cacique se había muerto y la confusión era muy grande. Entre otros motivos, porque el Gran Cacique también se había equivocado, y mucho. Decían que estaba enfermo. Pero su enfermedad tenía una sintomatología que siempre lo llevaba a cagarnos a nosotros, los indios jóvenes que lo habían traído al país. No sé si hay síntomas de izquierda o de derecha, pero le aseguro que los del viejo eran de derecha. Y que nos jodió fiero. Sin embargo, Oesterheld siguió con otros pequeños caciques de una pequeña tribu a la que ya no seguían las grandes mayorías de las grandes tribus que el Gran Caudillo, al menos, había sabido convocar. En fin, ésta es una cuestión interna. A usted le interesa otra. Que no les arruinen la mente a sus pibes, ahí, en las escuelas. Le cuento un poco más. Sasturain termina su Carta a Kirk de un modo positivo y (¡ya lo creo!) corajudo para los años que corrían: lo invita a volver a luchar. “Supongamos (...) que hay algo urgente por hacer y con sentido: salvar a la muchacha, defender a los indios o cualquier otra causa abierta. En eso estamos.” La nieve que empieza a caer en marzo de 1976 cae para todos y a todos mata. No pregunta, asesina. No hay justicia. Ni para los indios que eligieron pequeños caciques que se fueron a pelear desde la distancia, una gran, gran distancia protectora. Ni para los indios que murieron en insensatas contraofensivas que los soldados de la caballería enemiga, racista y criminal exterminó de la peor manera. Ni para los indios que no teníamos caciques, pero tampoco paz. Porque estábamos en el país de la muerte. Ese país era el de nueva nevada. Todos los que la nieve mataba eran inocentes. Porque la nieve asesina no preguntaba, no tenía ni respetaba leyes; culpables eran todos. Mataba sin juicio previo. Sin fiscales ni defensores. Y los indios que caían no regresaban jamás. Sus familias pedían por ellos y nada. No había un cuerpo sobre el que llorar. Una tumba donde ofrecerle reposo y llorarlo y hasta rezarle o hablarle, locamente hablarle. Así se fue Oesterheld. Se lo llevaron, lo desaparecieron. Y a sus cuatro hijas: Beatriz (19 años), Diana (24), Estela (25) y Marina (18). En cautiverio, se dice (y seguramente es cierto: aunque, ¿puede usted concebir un sadismo tan exasperado, pibe, cree que algo de esto yace en cualquier mensaje que provenga de El Eternauta o del Nestornauta que tan obsedido lo tiene?), le mostraron, con macabra prolijidad, las fotos de los cadáveres de sus cuatro hijas. ¿Cuánto tiene que sufrir un hombre? ¿Cómo la bestialidad humana, el asqueante sadismo, el placer por el dolor del otro, pueden llegar a atrocidades tan inconcebibles? Acláreme ese punto, por favor.

Nuestra generación amó a Héctor Oesterheld y se crió leyendo sus excepcionales historias, su literatura dibujada. Ahora, mañana mismo, voy a seguir dando un curso que trata sobre la literatura en tanto compromiso político. Los grandes autores que he elegido son: Borges, Walsh y Oesterheld. Creo que es la primera vez que Héctor Germán está ubicado donde merece: entre los más grandes escritores de nuestro país. El Eternauta es, para nosotros, el símbolo del héroe que lucha junto con sus amigos contra la Muerte. Luego conocimos esa Muerte. La padecimos. Perdimos amigos. Familiares, muchos se fueron. O fuera del país o arrojados vivos al Río de la Plata, cuyas aguas, desde entonces, son símbolo de la muerte. Los hijos de nuestra generación encontraron –por fin– un político que les pareció primero confiable, luego querido y después se les murió. Ese político –en un 25 de mayo de 2005– dio un discurso y la televisión lo tomó en primer plano y detrás de él estaba... ¡la madre del Eternauta! ¿Puede creerlo, pibe? Estaba Elsa Sánchez de Oesterheld, que lloró a su marido (al que culpó durante mucho tiempo y al que luego entendió y hoy ha vuelto a amarlo), que lloró a sus cuatro hijas, a un yerno y a un nieto. Estaba porque ese político sabía quién era. Nadie, ningún periodista, al día siguiente, sacó una nota sobre el hecho. No reconocieron a Elsa. Yo sí, y seguramente otros también. Pero –para alegría de Elsa, que tanto necesita alegría y vida y afecto, en fin: que la amen– publiqué al día siguiente, en este diario por supuesto, una contratapa que se llamaba: Elsa en el palco del 25. Vea, pibe, si de ahí, al menos inconscientemente hubiera surgido un empujón, aunque pequeño, que llevara –con justicia– a identificar a ese político (usted sabe: a Néstor Kirchner, que también se les murió a los jóvenes que tanto lo lloraron) con El Eternauta estaría tan orgulloso que el corazón me golpearía el pecho como un caballo desbocado. (¿Sabe la fuerza, la potencia de un caballo desbocado? Pregúnteles a sus amigos de la Sociedad Rural, que tanto bendijo el golpe que nos llevó a Oesterheld.)

En fin, para resumir y que usted (y quienes lo rodean o, absurdamente, creen que usted puede gobernar si no le soplan) entiendan algo: El Eternauta fue el símbolo de mi generación, de esa “generación diezmada” que Kirchner mencionó en su primer discurso, y los jóvenes de hoy lo saben y han decidido que también sea el de ellos; el símbolo, ¿no? El símbolo de la lucha por un país más justo, más libre, más democrático, que respete de una vez para siempre a todos los indios, a todos los morochos y a toda la buena gente. Ese es el mensaje. Eso significa el tan temido (por usted y sus consejeros: porque usted, y disculpe, sin consejeros: nada) Nestornauta. Nada mejor que ese mensaje de vida y de respeto por el otro. Y de amor por la política como medio de transformar un mundo a todas luces injusto, el mundo que usted representa, y de transformarlo sin violencia (porque la lección se aprendió: con la violencia se pierde porque es el arma más poderosa de los soldados y tienen muchas y tienen una crueldad y un desdén por la vida que nadie de los de este lado podrá tener jamás) y con respeto por los otros y por la igualdad, por la justicia, por el mundo de los héroes anónimos pero unidos, por los héroes como El Eternauta. Ojalá estas líneas sirvan para que usted comprenda a los jóvenes de hoy, que no son los que están de su lado. Aunque, tal vez, hasta ellos entiendan y se vengan para aquí, para el lado de los indios, de los hijos de las víctimas. De Oesterheld.

Fuente: Página 12. 27/08/2012

 

JUEZA RAQUEL TASSELLO .: CÓMPLICE


Diecinueve días secuestrada
La joven, de 27 años, fue llevada bajo amenaza por un ex compañero de escuela. La obligó a recorrer 400 kilómetros desde Comodoro Rivadavia. El hombre ya estaba acusado de cuatro hechos de violación.
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Sobre el acusado, Bustos dijo que “tiene antecedentes por casos de violación” y que “inexplicablemente” estaba libre. “Esta persona estaba a punto de enfrentar dos juicios orales por causas de violación y tiene otros dos casos pendientes que se están investigando”, agregó el jefe policial. Estaba libre por la decisión de la jueza Raquel Tassello, que lo había dejado bajo la tutela de su madre, a pesar de tener 27 años, con la sola obligación de que concurra los lunes a tribunales para confirmar que permanecía en Comodoro Rivadavia. Ante su ausencia a partir del lunes 13, “se revocó la medida y se pidió su inmediata captura”, señaló Bustos a este diario.
El jefe policial manifestó que desde el inicio de la investigación por la desaparición de la joven, el hombre figuraba entre los sospechosos, “no sólo por sus antecedentes, sino porque había sido compañero de escuela de la joven”. Bayón quedó detenido y fue alojado en la alcaidía policial de Comodoro Rivadavia, a disposición del juez de turno, acusado de “privación ilegal de la libertad y abuso sexual agravado”, confirmó Bustos.
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Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-202039-2012-08-28.html

QUEREMOS UN CÓDIGO CIVIL QUE NOS PROTEJA


El patrón cultural de la vulnerabilidad

Tomar contacto con los datos sobre femicidios provistos por el Observatorio Maricel Zambrano estremece pero no asombra, porque lo que hacen es expresar de forma dramática la desigualdad de relaciones entre lo masculino y lo femenino que vivimos a diario. Es que el asesinato de una mujer nos enfrenta ineludiblemente con el horror que parece no avizorarse frente a las “pequeñas violencias cotidianas”, las violencias simbólicas.



Frente a la entidad que tienen las cifras referidas, no hay duda posible: nos encontramos frente a un problema que trasciende el ámbito de lo privado o personal para convertirse en una dificultad política en la que estamos involucrados la Sociedad y el Estado, en una mutua interacción dialéctica. Podemos afirmar que la incidencia del femicidio está también directamente asociada al grado de tolerancia que manifiesten sociedad y Estado frente a la violencia contra las mujeres.
Para dar una enérgica respuesta a la situación de violencia de género en nuestro país, entre otras medidas necesarias, diría imprescindibles, desde la CONSAVIG (Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de la Violencia de Género) elaboramos un anteproyecto de ley de femicidio que presentamos ante la Comisión de Justicia y Asuntos Penales del Senado de la Nación. El proyecto de ley apunta a incorporar el femicidio al Código Penal como un tipo penal autónomo, propone modificar el Código Civil en lo referente a la patria potestad y la tutela, instituye reparaciones monetarias para los herederos forzosos de la víctima de femicidio y establece un régimen de alimentos para las hijas e hijos menores de edad que la víctima y el femicida hayan tenido en común.
Para definir el tipo penal partimos de considerar que la violencia de género se encuentra anclada en una desigualdad estructural de poder entre varones y mujeres. Es una conducta favorecida por patrones culturales que alientan y justifican la supremacía material de los varones, al tiempo que ponen a la mujer en situación permanente de vulnerabilidad. De allí que el femicidio pueda ser cometido sólo por un varón y que la víctima sólo pueda ser una mujer o una persona con identidad de género femenina.
Sabemos que para erradicar la violencia de género no alcanza con tipificar el femicidio como un delito autónomo, pero entendemos que esta es una medida importante que manda un mensaje a la sociedad en su conjunto y a los hombres violentos, específicamente. Y aquí llegamos al punto que, de seguir siendo “costumbre judicial”, echaría el mensaje por la borda: existe en un nutrido número de integrantes de las magistraturas nacional y provinciales una benevolencia para juzgar la conducta de los hombres que los lleva a aplicar circunstancias extraordinarias de atenuación, emoción violenta o preterintencionalidad de forma inapropiada y forzada en casos de femicidios, convirtiéndose de ese modo en una herramienta funcional a la justicia patriarcal, que minimiza estos aberrantes crímenes.

*Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de la Violencia de Género.

 

Diario Tiempo Argentino.22.08.2012 | opinión

lunes, 27 de agosto de 2012

NI UNA MUERTA MÁS POR SER MUJER EN ARGENTINA!


Los femicidios, la peor de las estadísticas

 

 

Según un relevamiento del Observatorio de Femicidios en la Argentina, en el primer semestre hubo 119 homicidios de mujeres por violencia machista. En al menos 16 casos, habían llegado a hacer denuncias. Por estas muertes, 161 hijas e hijos perdieron a su madre.

 

 

Final del formulario

*      Por Mariana Carbajal

 

Gilda Mariana González tenía 33 años y vivía en Río Cuarto, Córdoba. El 1º de febrero fue baleada y agonizó varias horas hasta morir en un hospital. Su ex marido se entregó por el hecho a las 24 horas del ataque. Sobre él pesaba una orden de captura desde un par de días antes por una golpiza brutal que le había dado a la mujer. El de Gilda es uno de los 119 homicidios de mujeres por violencia de género que se registraron en los primeros seis meses del año, de acuerdo con el relevamiento que lleva adelante el Observatorio de Femicidios en la Argentina, coordinado por La Casa del Encuentro. La cifra significa que cada tres días dos mujeres fueron asesinadas en el país por el hecho de ser mujeres. En siete de cada diez casos, el presunto agresor resultó el marido o ex pareja de la víctima. Uno de los daños colaterales más dramáticos de los femicidios es la cantidad de chicos y chicas que quedan huérfanos brutalmente: 161 hijas e hijos perdieron a su madre como consecuencia de la violencia de género, de los cuales al menos casi un centenar son menores de edad. “Es necesario considerar a la violencia sexista como una cuestión política, social, cultural y de derechos humanos, de esta forma se podrá ver la grave situación que viven las mujeres, niñas y niños en la Argentina como una realidad colectiva por la que se debe actuar de manera inmediata”, señaló a Página/12 Fabiana Tuñez, coordinadora de La Casa del Encuentro, al evaluar las estadísticas.

Si se compara con el mismo período de los últimos dos años, se nota un descenso de los femicidios: 152, en 2011 y 126, en 2010, frente a 119, en 2012. Sin embargo, Ada Beatriz Rico, directora del Observatorio, aclaró a este diario que al sumar los casos que ya se han registrado en julio y lo que va de agosto, se diluye la diferencia y la cantidad se equipara. El año pasado hubo al menos 260 femicidios, según el relevamiento de la ONG.

En los últimos días, la grabación del video que hizo Natalia Riquelme, la joven de Bahía Blanca, en el que registra la golpiza que le propina su ex marido, frente a su casa y delante de la hija pequeña de ambos, como recurso desesperado ante la inacción judicial tras 15 denuncias en contra del agresor, puso en primer plano la impunidad con la que pueden actuar perpetradores de violencia machista. Los femicidios son la expresión más extrema de ese problema social y la muestra más dramática de cómo el Estado no llega a proteger a tiempo a muchas de las víctimas. Al menos en 16 de los femicidios del primer semestre de este año, las mujeres habían hecho denuncias, de acuerdo con los datos recabados por La Casa del Encuentro. Es decir, estaban intentando salir del llamado “círculo de la violencia”. En seis, los agresores tenían una orden de exclusión del hogar o prohibición de acercarse a la víctima, dictada por la Justicia, pero la medida –quedó en evidencia– no fue suficiente para evitar que las volvieran a agredir hasta matarlas.

De los 119 femicidios que contabilizó el Observatorio –sobre la base de los casos publicados en más de un centenar de medios–, en 59 hechos el presunto asesino fue el esposo o el novio, en 24, una ex pareja. Es decir, el grueso de los homicidios fue ejecutado por el marido o el ex. En los demás casos, las muertes fueron perpetradas aparentemente por otros familiares, vecinos o desconocidos.

En cuanto al modo en que fueron ultimadas, el Observatorio registró 13 mujeres que murieron como consecuencias de graves quemaduras, como Wanda Taddei, la esposa del ex baterista de Callejeros, Eduardo Vásquez, condenado en junio a 18 años de prisión por el delito de homicidio agravado por el vínculo, con atenuantes. Pero no fueron las únicas mujeres a las que les prendieron fuego: otras 23 también fueron quemadas en el marco de situaciones de violencia de género, pero lograron sobrevivir a los ataques.

La estadística muestra que de los 119 femicidios, 34 ocurrieron en la vivienda compartida con el femicida y 25 en la de la víctima, lo que significa que la propia casa puede resultar más peligrosa que la vía pública para muchas mujeres que se enfrentan al drama de la violencia doméstica. Otros 40 femicidios tuvieron lugar en la calle. La mayor parte de las mujeres muertas como consecuencia de la violencia machista tenían entre 19 y 50 años.

La Casa del Encuentro empezó hace cinco años a relevar los femicidios publicados en los medios, ante la ausencia de registros oficiales y como una forma de llamar la atención de las autoridades y la opinión pública sobre la gravedad de la violencia hacia las mujeres. “Llevamos adelante el informe de los femicidios, pero al mismo tiempo recibimos a las mujeres que vienen a La Casa del Encuentro en busca de orientación y ahí tomamos dimensión de todo lo que no hay y falta para enfrentar el problema; por ejemplo, en las comisarías no les toman las denuncias por violencia psicológica, o los recursos no llegan a aquellas mujeres de los sectores más pobres. Hacer este informe para nosotras no es ver si el número sube o baja: son vidas, rostros, historias. Familias de las víctimas vienen a nuestra sede y piden justicia por ellas, las que tendrían que estar, por ellas, las que se podría haber evitado que fueran asesinadas”, comentó Rico. La directora del Observatorio cuestionó el hecho de que en la mayoría de las provincias no se destinen recursos para dar respuestas efectivas para proteger a las mujeres. “De la violencia se puede salir y eso lo sabemos y lo saben quienes pudieron salir, pero mientras sigan matando mujeres seguiremos reclamando hasta que el Estado y los estados provinciales decidan que este tema es una prioridad en política pública, sabiendo que por estas horas otra mujer ya no estará, y otra intentará que le crean y le tomen la denuncia”.