“La discriminación
contra la mujer es incompatible con la dignidad humana y con el bienestar de la
familia y de la sociedad, impide su participación en la vida política, social,
económica y cultural de sus países en condiciones de igualdad con el hombre, y
constituye un obstáculo para el pleno desarrollo de las posibilidades que tiene
la mujer de servir a sus países y a la humanidad (…) la máxima participación tanto de las
mujeres como de los hombres en todos los campos es indispensable para el
desarrollo total de un país, el bienestar del mundo y la causa de la paz”
ONU Resol. Nro.2263 Declaración sobre la Eliminación de la
Discriminación contra la Mujer, noviembre, 1967.
En América Latina, durante la década de los 80’ las
políticas neoliberales con sus reformas “estructurales” sumergen en la miseria
y la exclusión a millones de hermanos latinoamericanos. Ante este cuadro de situación, los movimientos
sociales adoptan una nueva forma de
hacer oír sus reclamos: la acción directa no convencional y disruptiva como
herramienta de lucha generalizada .Estas acciones estratégicas, permitieron la cohesión
de distintos grupos, colectivos, organizaciones y grupos de feministas
independientes que ven en la organización de encuentros, conferencias,
asambleas o congresos, una oportunidad para debatir los problemas que atañen
a los históricos reclamos de las
mujeres. Es así que comienzan a producirse encuentros feministas que se
convertirán en el punto de partida de otras manifestaciones que llegan hasta
nuestros días.
Los Encuentros
Feministas Latinoamericanos y del Caribe se iniciaron en el año 1981, en el mes
de julio y su primera sede fue la ciudad de Bogotá en Colombia, y desde esa
fecha se han venido desarrollando cada dos o tres años. Un número importante de
mujeres argentinas comenzaron a asistir: se trataba de una instancia
continental de intercambio de experiencias e ideas que permitía autoconvocarse,
compartir experiencias de vida y darle verdadero valor a la palabra.
Hola Marce!!!, Hace un tiempo que no nos visitamos, de mi lado no por olvido, sí por corridas y falta de tiempo, por tu lado creo que ocurre lo mismo. Bueh! ya falta poco para tus merecidas vacaciones de un arduo año docente. Ahora voy a lo referido a tu entrada: Me parece que éstos últimos años las mujeres han ganado un enorme espacio en lo político y social, han demostrado a muchos machistas la importancia de la mujer en la actualidad.
ResponderEliminarFalta todavía reconocimientos que se arrastran dese hace tiempo, creo que no falta mucho para que la igualdad de género se cumpla, salvo en algunos paises de Sudamerica y Africa que estan agiornados bajo regímenes discriminativos y feudales es donde la ONU debería presionar para terminar con la incompatibilidad de grupejos (casos paises arabes) donde la mujer pasa a ser un objeto sin voz ni opinión propia.
Te envío un enorme abrazo, espero poder escribirnos antes de terminar 2013, aunque más no sea para desearnos un 2014 lleno de paz y alegría.
Hola Roberto! es muy buena tu reflexión. Sumo a ella, el reclamo de deudas que la democracia tiene con nosotras, Seguiremos luchando por una sociedad más justa y equitativa. !Un fuerte abrazo querido amigo y ya voy para tu blog que siempre es un placer visitar!
EliminarUn detalle, el neoliberalismo, al negar la existencia misma de los derechos humanos por considerar que todo es un bien de mercado sujeto a la oferta y demanda, nunca puede ser verdaderamente feminista. No es casual que los países europeos junto con el retroceso de los derechos sociales y económicos se vuelvan más patriarcales.
ResponderEliminarEn cambio el progresismo, si es verdadero, es feminista (ya lo decía Chávez hablando del socialismo: no se puede ser socialista sin ser feminista), porque no hay mejora real de la sociedad si la mitad se queda afuera. Sin embargo nunca faltan los que insisten que los reclamos de las mujeres son mero reclamo de minorías y en patearlos para adelante. Hay que cuidarse de los conservadores bonachones que pasan por progres pero siguen queriendo una mujer con la pata quebrada y en casa.
Y seguir luchando, nada menos que eso.
Es muy cierto lo que dices Iris. La lucha continúa compañera, porque nuestros derechos también son derechos humanos.
EliminarAbrazo grande y a no aflojar!!
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